martes, 1 de septiembre de 2015

Plurialmada


Trémula, como hoja de otoño,
como esas frágiles gotas
del rocío que se acumula
sobre los brotes y luego cae…
cae…
indefectiblemente cae
hacia la tierra fértil pero seca,
sedienta de antiguas moléculas
que vuelven a recrearse
tras cada muerte.
El todo y todo,
me envuelve el silencio
y se hace insoportable,
aturde…
aturde…
indefectiblemente me aturde
la ausencia de gritos,
la falta de los truenos y los rayos de Thor;
es en el ruido de la noche,
en el bramar de las bestias
donde hallo mi paz
y habita el sosiego
que persiguen las almas de mi cuerpo.