sábado, 12 de abril de 2008

Revelación


No más,
mis ojos están cansados,
ya los ríos se ahogan con mis lágrimas,
ya las pestañas quieren renunciar.
Me rindo,
he descubierto que no sirvo para ser feliz,
porque así como llega la bella alegría,
así se esfuma por entre los dientes
en un suspiro.
No hay vencedor,
no hay batallas ni guerra,
sólo hay víctimas de la muerte y la soledad,
y sí, estoy sola después de todo
porque aquel ideal me dejó sola,
porque las ilusiones murieron pronto,
tan frágiles y pequeñas ellas.
Es verdad,
yo siempre supe que la tristeza es mi hado
pero ¿es un crimen soñar alguna vez?,
yo quise unirme a la marcha de la aurora
hacia el infinito cielo azul,
yo quise despertarme aurora.
Pero ya no,
ya no tengo otra ilusión que me empuje los talones,
y se han trocado los sueños en pesadillas,
han dejado sus disfraces en el camino.
Cruel destino,
qué poco me quiere la madre vida,
tan pronto quiere deshacerse de mi risa,
tanto así me aborrece.

Placebo


Y la herida que vuelve a sangrar
y que me perdone el cuerpo
pero el alma me pide ayuda
¿y qué puedo hacer?
No puedo desoírla y mandarla callar
sus lamentos,
no puedo hacer de cuenta
que no llora desolada.
Aquí va el dulce alivio
para este corazón que se magulla
en el desprecio,
aquí van las vendas sangrantes,
aquí va el consuelo
aunque sea efímero:
que me perdone la piel,
pero el alma me duele.

viernes, 11 de abril de 2008

De más palabras


De más palabras,
palabras asesinas de sentires,
de más palabras devoradoras de besos,
de más palabras,
palabras que carcomen el querer.

No digas palabra alguna,
prefiero el silencio pero no lo prefiero
total, porque el silencio también es asesino.
No digas palabra, ninguna
hay en tu repertorio que coincida con las mías,
entonces el escape es imposible.

De más palabras,
palabras corrientes que dicen mucho y nada,
de más palabras socavadoras de iras,
de más palabras,
palabras que rompen el alma, perdidas.

miércoles, 9 de abril de 2008

¡Lo que cambian las cosas!


El verte caminando a mi lado,
tomando mi mano,
me hizo sentir que tomabas mi alma
y que la llevabas por los caminos
que no se anima a recorrer sola.

Querido mío, sé que soy caprichosa
y que muchas veces te gana el espanto
ante las tonterías que digo,
pero esa es la delicia de mi mente:
que es loca e impredecible.

¿Y la delicia de tu mente?
Es que es genial y pensadora,
es misteriosa y algo esquiva,
por eso vuelvo tantas veces
como pretendo alejarme.

Querido mío, sé que es una lucha
pero deseo que luchemos lado a lado,
y que nos atrapen tantas auroras
como estrellas hay en este cielo
que se me esconde ahora.