jueves, 27 de marzo de 2008

El final de la caída


Ya casi, cariño, ya casi cae la última pena
ya poco falta para que el suspiro muera
y quede atrapado el dolor entre las pestañas.

Tanto y tanto cuesta más o menos lo mismo
dejar de lado el rencor que marchar al abismo
tiñendo la argamasa para construirnos un cielo.

De paso a paso nos rompemos las simientes
coronando de histeria las palabras hirientes
y ya es ridículo cómo duelen las telas de araña.

Y la tristeza que se aferra con cuanto puede
rompiéndonos el amor con miles de dueles
mas no dejaré que nos siga hasta el suelo.

Caigamos trenzados como ángeles en discordia
que luego de sobrevivir a miles de hazañas

iremos a dar con los cuerpos en una rapsodia
de sufrires, congojas y martirios de ensueño.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Y qué tal si...


¿Y si es que está muerto?
¿Y si no nos dimos cuenta y de un manotazo
el viento nos destruyó el castillo?
Es que yo no me siento la misma,
me siento una intrusa en mis días,
sólo vivo por el castigo
y eso no es vida, cariño, eso no es vida.
¿Te sientes el mismo, tú, acaso?
¿Sientes aún el mismo ardor corriendo por las venas
de sólo pensar que nos veremos?
Aunque puede que fuera yo sola
la única a la que se le quemaba la sangre,
la única que mordía el tiempo
y eso no es justo, cariño, eso no es justo.
No me robé la aurora por nada,
no me dejé el cabello largo para que ahora
todo se me venga al suelo,
pero ¿qué puedo hacer
si los ojos se me anegan de pensarte
y descubro que no palpita con la misma fuerza
ese pedazo de mí que no sabe mi nombre
sino que sólo el tuyo?
Qué hacer cuando no bastan las memorias
para levantar del piso
las ilusiones.

martes, 25 de marzo de 2008

Ya pasará


No es más;
no es más lo que quería que fuera,
el tiempo dejó de estar de nuestro lado,
se me rompieron las ilusiones
tal como vidrios sucios y
se me hicieron guiñapos los sueños obtusos
de niña tonta y enamorada.
Es más,
creo que hasta se me rompió el corazón
de un solo portazo
que diste cuando me ofendiste
y me reiteraste tus acusaciones
y me dijiste con otras palabras
de que yo era una pendeja ignorante
y que poco sabía de la vida
ante la divinidad de tu experiencia.
Pero te digo
que esto no se queda en el tintero
porque los pinceles necesitan carga
y más que carga lo mío es un volquete
que llevo sobre mis espaldas
desde hace tanto tiempo
por aquellas manos funestas
que me sujetaron el brazo sin permiso.
Y yo te dije
que las cosas serían de esta manera
y poco te importó que me doliera,
soltaste las letras como a vacas
que se amontonaban en un corral
esperando a que empiece la faena
que las llevaría a la muerte.
Pero qué pena
que la faena no llegó a tiempo
y me arrollaron las ilusiones con los cuernos
y se fueron cuesta abajo
todas las emociones que provocabas
cuando escuchaba tus discursos
que dejaban con la boca abierta.
No es nada,
que estas cosas pasan todos los días
y yo no seré la primera
ni la última en sufrir un ultraje,
pues después de todo es moneda corriente
y yo estaba en el lugar equivocado
esperando a que pase la maroma
y resulta que se me venía encima
y yo no estaba ni enterada.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Ella, tras el vidrio.


Prisionera, pobre, atrapada tras el vidrio
quizás recuerde el día en que llegó a mí
desde tus manos.
Desgajado, él, quizás la añore,
¡pero qué pena!
ahora es mía
y me recuerda tus ojos
y tus manos temblorosas
cuando la arrancaste de su padre
con tanto cuidado; y fue mágico, te digo,
verla florecer ya casi sin vida,
¿de dónde sacara la fuerza?
¿de dónde los bríos, el alimento?
No sé de dónde, pero la vi florecer,
quedar cubierta de níveos cabellos
tan sutiles, tan frágiles
que cualquiera diría se los llevaría el viento;
pero no, el viento no se los llevará
porque ahora está tras el vidrio
su cuerpo hermoso, delgado,
como una Venus en vida que alguna vez tuvo
y que ahora es un reflejo.
Está pálida, la pobre,
y se ha quebrado un poco,
¡Ah! pero sigue bella y reconocible,
sigue teniendo aquel aroma a naturaleza
que jamás se irá
y que se percibe a través de su imagen
más allá del vidrio;
sí, ella seguirá siendo bella y florida,
tal como nuestro futuro juntos,
seguirá viva y hermosa tras el vidrio,
esa rama de sauce.

sábado, 15 de marzo de 2008

Desenfreno


Salvaje, totalmente salvaje,
así, como si la vida se nos estuviera yendo
por los poros en cada respiro,
así, como rasgando pedazos de alma
en cada beso;
¡eso es!: rasgándonos a besos;
así... tal cual.

Desenfreno, que no nos falte
el deseo de quebrarnos los cuellos
en el ímpetu de volvernos uno;
es que a veces se nos olvida que somos de carne
y que los pudores se rompen
más fácil que los huesos.

jueves, 13 de marzo de 2008

Destajos



Rájame la piel, así, amado filo
que no sienta yo el dolor de mi alma,
que opaquen tus alaridos desgarros
el lamento de mi ser.

Profundo, como la pena que es mi vida,
frío como el penar que supone mi calvario,
así penetre tu hoja en mi carne,
así, como la lluvia en el río.

Destájame los sufrimientos y que sangre
mi corazón a través de tus surcos,
que se consuele con el duele de la piel
el apátrida sufrir del ánima.

Destajos, consuélame el alma...

lunes, 10 de marzo de 2008

¡Lo que hace el desespero!


Levántese el viento de esta tarde colmada de ogros,
levántese y ande con mis pies prestados;
con mis manos robadas sean escritas las migajas
que tal vez para mí signifiquen algo pero para ti nada.

Desgranan el grano de las mieses perennes,
qué absurda cosa, que patético cantarilleo.
¡Las cosas que nos hace decir el desespero!

Mirad los retozos del tiempo en las canas,
es poco probable que desande lo andado;
mirad la lucha ridícula de los temerosos a la muerte,
mirad su cara de hambre de la vida y del dios.

Cabizbajos rebuznen en sus chozas de oro,
qué absurda cosa, qué patético pregonar.
¡Las cosas que nos hace hacer el desespero!

domingo, 2 de marzo de 2008

Una palabra


Un "cuándo" no es sólo semas y remas,
un "cuándo" es toda una espera
cargada de suspiros,
y de trinos,
y de lisonjas,
y de sonrojos.
Analiza la palabra cuanto quieras
y verás qué poco sabes de ella,
¿sabes por qué te pasa?
porque tu no lees la palabra,
tu lees la forma,
y la sustancia,
y la materia.
Un "de a poco" no es sólo un sintagma,
es también un pedido desesperado
o un ruego perdido,
y afianzado,
y desmedido,
y apocado.
Recoge las letras en un árbol mutilado
pero no pretendas luego de ellas
que conserven su calor guardado,
porque allí la muerte
toca a las palabras,
y a las sonrisas,
y al alma.

Más de ti.


Hay más de ti, en esta noche,
que de mí en mis propias letras
y eso es porque me invades,
me proclamas tu tierra privada,
tu hueste, tu guerrera.
No me pregunte nadie
hasta dónde llegará mi locura,
no tengo forma de saberlo
lo infinito no sabe medirse,
la locura no sabe analizarse
y así es que yo no sé callarme
porque no está en mi naturaleza.
Digo porque digo lo que debo decir
y no porque callo el silencio; no,
es más que tan sólo eso;
cada vez que derramo una palabra
es con un sentido (o sentimiento
ya ni idea tengo)
Hay mucho de ti en mis páginas
forradas de gotitas de mi sangre,
de la sangre de mi alma;
hay más de ti que de mí
en mi corazón tardío.
¿Y qué tal si te evacuara?
¿qué tal si te erradicara de mis ojos
y de mis acuarelas nocturnas?
Creo que entonces estaría vacía,
estaría perdida, acabada.
Y eso sería porque hay más de ti
que de mí en mi propia vida,
y sé que suena tan ridículo
como si hubiera más cielo en el mar
que mar en las nubes,
pero es esa la verdad:
hay más de ti en mí, que de mí misma.