Levántese el viento de esta tarde colmada de ogros,
levántese y ande con mis pies prestados;
con mis manos robadas sean escritas las migajas
que tal vez para mí signifiquen algo pero para ti nada.
Desgranan el grano de las mieses perennes,
qué absurda cosa, que patético cantarilleo.
¡Las cosas que nos hace decir el desespero!
Mirad los retozos del tiempo en las canas,
es poco probable que desande lo andado;
mirad la lucha ridícula de los temerosos a la muerte,
mirad su cara de hambre de la vida y del dios.
Cabizbajos rebuznen en sus chozas de oro,
qué absurda cosa, qué patético pregonar.
¡Las cosas que nos hace hacer el desespero!
levántese y ande con mis pies prestados;
con mis manos robadas sean escritas las migajas
que tal vez para mí signifiquen algo pero para ti nada.
Desgranan el grano de las mieses perennes,
qué absurda cosa, que patético cantarilleo.
¡Las cosas que nos hace decir el desespero!
Mirad los retozos del tiempo en las canas,
es poco probable que desande lo andado;
mirad la lucha ridícula de los temerosos a la muerte,
mirad su cara de hambre de la vida y del dios.
Cabizbajos rebuznen en sus chozas de oro,
qué absurda cosa, qué patético pregonar.
¡Las cosas que nos hace hacer el desespero!
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