sábado, 28 de mayo de 2011

Lluvia de mí II (poema viejo)


Desespera la mar y yo lluevo,
gota a gota quisiera caer sobre tu piel,
bañar tu cabeza de mí como bendiciéndote,
marcando una señal que sólo para nosotros
no sería sacrílega ni apócrifa.
Lluevo sobre ti, amado mío,
caigo a tus pies hecha pedazos,
me confundo con los otros pedazos de mí
y con los pedazos de ti que de tus ojos cayeron.
Lluevo… ¿lluevo?
¿O sólo sueño que me vuelvo nube
Y que viajo hacia el norte y te veo allí
y te veo y lluevo para estar a tu lado,
para acariciarte con cada trozo de mí que cae enamorado?
Lluevo… ¿lluevo?
¿O es un delirio de mi corazón que
se arranca de a partes de este cuerpo desesperado
por tenerte y nunca verte partir?
Lluevo sobre ti, sea verdad o sea sueño,
sea como sea seremos uno
así deba corromper el cielo completo,
así deba abandonar los pies en la tierra.

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