Destierro,
brutal cadencia
de horas y horas
al compás del verdugo;
sádico vals,
tortuosos violines.
No es agudo, es impávido
el dolor de los redobles,
es sutil y grosero
el aplauso solo que se aguanta
oculto en tus manos.
Ausencia,
partida y bravaje,
estulticia absurda
y cobarde estallido
de mil sones espantados;
espectros fugaces
no alcanzan para el eco,
dejan un intervalo
que requiere otra acometida.
Vacío,
salvaje carencia,
sed sin fin
de horas y horas
al compás del verdugo;
ha de caer tu hacha una vez más
como una batuta
guiando el concierto de mi despiel.
brutal cadencia
de horas y horas
al compás del verdugo;
sádico vals,
tortuosos violines.
No es agudo, es impávido
el dolor de los redobles,
es sutil y grosero
el aplauso solo que se aguanta
oculto en tus manos.
Ausencia,
partida y bravaje,
estulticia absurda
y cobarde estallido
de mil sones espantados;
espectros fugaces
no alcanzan para el eco,
dejan un intervalo
que requiere otra acometida.
Vacío,
salvaje carencia,
sed sin fin
de horas y horas
al compás del verdugo;
ha de caer tu hacha una vez más
como una batuta
guiando el concierto de mi despiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario