sábado, 30 de junio de 2012

Sin pena ni gloria.


Qué más que decir,
qué más que morir
sin haber tocado el cielo,
qué más que romperme las uñas
rasgando el silencio de la tumba
que me amortaja por dentro.
Supe una vez vivir,
era capaz el sol de hacerme cerrar los ojos
mas no el polvo;
pero qué más ahora
que huirle a la tierra madre misma
que me devora.

miércoles, 13 de junio de 2012

Soy poeta


Plasmarte ¿qué es eso?
Ensoberbecida de rigor,
amante y colérica,
no concibo sino concebirte
en estricto arte literario,
con comas, puntos y tildes,
en versos, estrofas y lebreles.

No me queda, además, otra cosa
mas que esto
de aletrarte entre papeles escondidos,
poniendo en claves,
de sol o lo que fuere,
el espléndido furor de saberte vivo
y esa recóndita pasión que nadie debe saber
pero que cualquiera descubre
al mirarme las manos
cubiertas de una tinta invisible.

¡Ya! ¿Qué tontería es esta?
Baste dejarme la vida en pocas cosas
para decir "estoy viva",
he parido ya tantos versos,
algunos por ti, otros por mentiras,
que la sangre se me ha vuelto de polvo negro
y contiene ciertas chispas
que no sé cómo llamarlas.

lunes, 11 de junio de 2012


Ármame de valor, demonio del dolor,
que no parezca que escapo
aunque corra lejos,
que nadie se dé cuenta de que sufro en agonía,
que el desespero no me marque la frente,
que no me quiebre.

Lo busqué,
¡la Luna sabe que lo busqué!
Pero por recónditos parajes me pareció ver
su sombra que se desvanecía,
su aletargado subterfugio
del tiempo que se acaba y no queda.
Ah, el dolor de las entrañas
que me avisa que me duermo en la espera
y que quizás no haya mañana,
ni noche, ni Luna, ni fiebre.

Lo besé
¡Morfeo sabe que lo besé!
Y que me sumergí en un mar de estupro
tan sólo por despertar en sus brazos;
pero desperté y estaba sola
cobijando un recuerdo traído de Oniria.
¿Y si volviese?
Tal vez si recobrara mi cordura podría salvarme
de este demonio que me exuda,
quizás -y sólo con un poco de suerte-
haya un camino para recorrer de regreso
que no me conduzca por mil azotes.

Lo abracé
¡mis manos saben que lo abracé!
Pero se me resbaló entre los brazos
y fue a parar a otro mundo,
hundido en un pasado inclaudicable
del que no puedo rescatarlo
ni salvarme.

viernes, 8 de junio de 2012

Cansada


Cansada de la luna marchita,
estoy cansada;
a veces siento deseos de cortar la aurora
en trozos que quepan en mi mano
para tirarla en el camino
y no perderme en el regreso...
si tan sólo quisiera regresar,
o si tuviera un hogar
que me esté esperando
con la puerta abierta
y una cálida fogata encendida;
pero no,
todo está apagado, frío,
mustio,
y estoy cansada
de las cataratas de polvo
que se caen de los muebles
tan pesados,
de esos recovecos llenos de arañas
y sus telas
que se me pegan en los ojos;
estoy harta
de chocarme con las paredes
buscando la puerta de salida
cada vez que intento escaparme
de los suspiros ahogados
de unos cuantos fantasmas
que fueron olvidados.
En algunas noches
intento cerrar los ojos como cualquiera
y abandonarme a la arena del no-tiempo
esperando que llegue...
¿quién?
¿De dónde?
¿Para qué?
Si estoy cansada
de las respuestas de siempre.

martes, 5 de junio de 2012

¿Qué son tus manos?


¿Qué son tus manos
si no crean arte, sino odios,
si no cuentan ficciones, sino mentiras?
¿Qué son tus manos?
Manos asesinas de musas,
ultrajadoras del bello goce
de las letras floridas,
¿qué son tus manos sino tormento,
inmundo lodo, sucio rencor?
Tus manos son las del látigo,
las del acero hiriente,
las del fatal embuste
que avergüenzan Dantes y Nerudas;
tus manos ¿qué son tus manos
sino mortales instrumentos
fríos y carentes de dicha?
¿Qué son tus manos
sino la oscura noche
que apaga el fuego creativo?
Tus manos no son de poeta,
son de mercenaria,
de sucia comerciante
que vende sus letras al vulgo ruin
de la difamación y el estupro.
¿Qué son tus manos?
Nada, sólo cenizas...

miércoles, 30 de mayo de 2012

SOS


Sostenme esta mano temblorosa,
tira de ella,
toma mi muñeca, mi codo, mi hombro
y toda yo hasta hacerme prisionera y entonces
podrás quitarme los deseos insanos,
protejerme de mi propio instinto.
Atrápame fuerte, quítame del camino
del tornado de mis furores carnales,
mantenme a salvo, purifícame,
atrápame fuerte, aprisióname y no me sueltes.
Agarra mi cabeza con ambas manos,
haz que mis ojos se junten a los tuyos
y así no volverán a mirar a otra parte,
oblígame a seguirte como perra fiel
a fuerza de brazos cerrados,
quiébrame los huesos si hace falta
con tal de que no caiga en ese abismo de pecados,
sálvame de mi propio sentido de supervivencia
que está demente y me da
señales equivocadas.
Apriétame fuerte, que cruja mi alma
hasta casi romperse,
¡que me duela, que me duela!
Haz que se demuela el corazón traicionero
y, si hace falta, cárgalo contigo
hasta la noche más profunda
para que quede ciego a otra luz que no sea la tuya.
Sálvame, amado, porque sé
que estas manos no pertenecen a otro lado
más que junto a tu cuerpo,
cúbreme con tus brazos y besos hasta que el infinito
deambular se acabe,
protéjeme, porque sé que puedes,
porque lo has hecho por tanto tiempo
que no puedo imaginar otra pradera más segura.

lunes, 28 de mayo de 2012

La primera cena


Devorarte es la premisa.
Saciarme el hambre más cuerva
con tus ojos,
acuciar la saciedad
con cada gota de vida que te robe;
dulce elixir,
beber tu cuerpo
y de tu cuerpo.
Avampirarme debo,
afilando mis colmillos para la mordida
y así calmar mi vientre
deseoso de alimento.
Manjar de dioses
tu piel y el veneno que destilan
las víboras de tus poros.

sábado, 19 de mayo de 2012

El regreso



No se me hace imposible,
pero tampoco fácil,
volver a recuperar tus ojos como eran,
lo tengo presente,
no se me olvida.
Pero tengo que volver a esa pradera
toda luz, toda esperanza,
recobrar la simiente perdida
que estúpidamente olvidé bajo una farola,
volver a encender la luna
que se apagó entre mis manos
codiciosas de fútiles sueños;
sé que tengo que sacrificar alguna corola,
pero no es nada,
nada es nada, ni mucho ni poco,
nada es suficiente.

sábado, 12 de mayo de 2012

 
Lo que no soporto es la inagotable espera
de tu "ven a mí",
la falta del llamado que espero
día a día, segundo a segundo.
Tampoco soporto mi mente enloquecida,
los pensamientos que se agolpan, los gusanos,
las miras que se ajustan sobre melenas varias;
me hartan los nubarrones
y los rayos que no dejan de caer sobre mi frente,
mis manos no son un buen paraguas.
Agarro un libro, lo tiro,
tomo un atardecer
y lo vomito,
nada me sabe a nada, todo es un delirio;
lo que no soporto es esta espera desesperada,
cubierta de ansias y espinas.

jueves, 3 de mayo de 2012

Crescendo


Este corolario funesto de todo pensamiento
que recae en tu boca,
en tus cálidos besos de frutal desvarío
y en esa sed ¡ah! Sed terrible,
sed mortal que me ataca los labios
hora con hora.
Este estúpido sueño que no cierra los ojos
y aquella inmaterial materia
de la que está formado no dejan de acecharme,
no dejan de cazarme viva o muerta,
puntapié o caricia,
redoble o ciruelo.
Aquel sinsabor de la ausencia
y este resabio de culpas que me invade la garganta
y me asfixia,
todo se incrementa cuando cierro mis brazos
y sólo encuentro la almohada.