Matarte sería poco ante tal pecado,
pues me has rebalsado el alma.
¿Ustedes qué piensan?
¿qué me aconsejan ante tal problema?
¡Pobre de mí! enamorada y deshecha,
deshecha en besos y caricias sin fin.
Es él pecador como pocos otros
o quizás ninguno osare llegar a tanto,
es crimen terrible ahogarme en ternura,
desmedidamente colmarme de amares,
¡Castigo pido para él, pecador!
¡Sean ustedes jueces y testigos!
es esta mi confesión, él es culpable,
criminal de tardes y noches insomnias,
asesino de espada roja y perfumada
con esencias de primavera.
¡Pecador! ¡Criminal! ¡Asesino de soledades!
Pido sea castigado ahora mismo
que las cadenas se cierren en su cuello
y esté atado a mí de por vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario