domingo, 15 de enero de 2012

Encrucijada


¡Oh, terror consumado!
Azul y terrible masa nocturna
que cubre los valles;
qué hacer,
qué decir,
qué pensar
si el corazón se evade y se oculta
temeroso en rincones de ultratumba.
No más rosas y claveles,
veo sólo espinas
que apuntan mis ojos, y quimeras,
sí, quimeras inmundas
que roen un poema antiguo
de cuerpo elevado y bello.

¡Oh, terror infundado!
Pérfidos versos encontrados,
me debato en una ciénaga
de suspiros y alaridos.
Entre la soledad y la mentira
me hallo parada;
un fino cabello me rodea el cuello
y se extiende paralelo;
que nadie tire de ningún lado,
éste es un viaje
que corresponde a mi alma sola.

viernes, 6 de enero de 2012

Aquí y ahora


Estamos aquí porque el allí nos pareció ajeno
y porque se nos hacía inmenso,
con el tamaño de siete mares
o de más
quién sabe;
lo único que sabemos es que volvimos
porque el allá se nos hizo insoportable
y porque nadie nos conocía,
ni nosotros mismos.
Ese allá no es nuestro lugar,
¿te diste cuenta?
allá todos nos miraban con recelo,
con envidia,
como si nuestra dicha estuviera prohibida
por alguna ley tonta
o secreta;
¿lo notaste?
todos nos evitaban el roce,
hasta sus capas quitaban del camino
con tal que no nos tocasen,
ni que fuéramos la peste.
El allí no era para nosotros
porque nuestro lugar es el acá y el ahora,
este lugar conoce nuestros nombres
y este tiempo
sabe nuestra fisonomía
como la palma de su mano.