martes, 29 de enero de 2008

Cruzada



Mira, amor, ya sale la luna
para iluminar en nuestra aventura
los caminos correctos
que nos llevarán el uno al otro.
No sigas el camino de las higueras,
ve por la izquierda, por el lago
que formaron mis lágrimas añejas,
sigue las huellas de mi pasado.
Si ves una piedra acorazonada
estás a mitad de camino,
toma la curva hacia el oeste hasta
toparte con un candil de fuego fatuo.
Luego de la luz que nadie más viera
habrá un bosque de penumbra cerrada,
usa el reflejo de la luna en tus ojos
para hallar el camino de piedra.
Frente a ti verás entonces
una cueva de roca cubierta de penas,
en la boca de ella yacerá un cuervo
de alas cortadas a medio nacer.
Pasa sobre él sin lastimarlo
el pobre es un condenado por mi orgullo,
está allí para cuidar mis heridas,
cuidar de que nunca sanen.
Una vez dentro no habrá más luna
sólo antorchas de fuego apagado,
ellas te llevarán hasta el centro de la gruta
donde podrás verme medio dormida.
Junto a mí estarán mis hermanas:
la poesía, la música y la desdicha;
hazles una reverencia y te abrirán paso,
te besarán las manos y los pies.
Tómame luego de mi lecho fúnebre
y libera mis alas atrapadas en el ámbar,
verás que son tan bellas
como la aurora que aman tus ojos.
Llévame al centro del bosque en penumbras,
pósame en el piso con sumo cuidado
entre las flores de azul tinte
y las hojas mojadas de rocío.
Verás entonces abrirse mis alas
con majestuosa libertad recobrada,
verás mis ojos abrirse cual lirio floreciente
y posarse en tus ojos bellos.
Verás mis labios susurrar una palabra
que no llegará a tocar siquiera tus oídos,
así de ligera será la palabra
que se posará luego sobre tus labios.
Y volverá la luna a abrirse paso
entre las penumbras del bosque nuestro,
pero ya no te hallará solo entre las ramas,
ni te hallará solo ya nunca más.
No me hallará sola encerrada en la cueva
sollozando perdida entre los huesos
de viejas historias asesinadas
por las esperas de otros cuerpos.
Mira, amor, ya sale la luna;
ve, sigue las instrucciones que he detallado;
mira, amor, ¡ya ilumina los cielos!
No pierdas tiempo, te estaré esperando.

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