jueves, 26 de mayo de 2011

Carencia


Como piel sin carne,
pasado y futuro sin tiempo ni mar,
como verano de estrellas muertas,
como la nada y el universo vasto y vacío.
Las luces no importan,
que mueran todas a los pies de un gigante
lo mismo da,
que se rompa la tierra en mil pedazos,
que me trague,
que nos trague a todos
y a las luces
y al gigante.

Como piel sin piel,
una rueda de mártires estancados
en un sueño profundo y pesado,
un pegajoso infierno circular
que me encierra
y me tortura.

Es así de remoto,
absurdo, retardado mental el cielo
que me cubre y me empapa de silencios,
nada tiene lugar en el vacío de la existencia,
en la ausencia,
nada sino el prado
y sin el prado ni la nada.

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