martes, 3 de abril de 2012

La jaula abierta


Frente a mí está el mundo,
tras de mí queda la jaula con la puerta abierta.
Es tan grande la vida,
tan largo el destino,
tan inmenso el tiempo
que parecen gigantes a punto de pisarme,
y quizás más de una vez
me aplasten la cabeza,
pero no el corazón.
Abrir las alas cuesta más de lo que pensaba,
siempre queda esa sensación de estar dejando el hogar,
el nido cálido y seguro,
los barrotes acostumbrados,
el piso con el mismo polvo de siempre
que vuela en cada paso que doy.
El primero es siempre el más difícil,
a veces hace falta un empujón de alguna mano invisible
o prohibida,
algún viento que sople de forma inesperada
para no darte cuenta de si estás volando
o cayendo
hasta que aletees y toques el cielo.

1 comentario:

Andante dijo...

Tiene una extraña hermosura, desde el principio al fin.
La imagen acompaña perfectamente. ^^